Quema el sol, enfría la sombra.
La segunda ala del año
su primer tramo remonta.
A poco más, arribamos
y cantaremos victoria:
¡ un año más a favor !
... y un año menos en contra.
Vosotros sois mi montaña.
En vuestros años asiento
los tramos de mi cordada.
En vuestros jóvenes años,
aún con el frescor del alba.
Semejante orografia,
qué alegre paz nos levanta.
La comadre María Amparo
me tomó el pulso y me dijo:
- ¡ Tienes cuerda para rato !
Ay, comadre María Amparo:
no hay corazón que esté triste
después de sentir tu mano
Yo viví para soñarlo.
Tú lo vives para verlo.
Y aquel ya para olvidarlo.
Entonces, no se por qué,
tome la primera calle
que se me vino a los pies.
A mi niña le ha nacido
un balcón lleno de rosas
y una canaria en el nido.
Sin asomarse al camino,
cada cual anda lo suyo.
Lo suyo y lo del vecino.
Cómo corre el pensamiento.
Pregúntaselo a la luz.
Quizás te conteste el viento.
Ojalá nunca te falte
una sonrisa en los labios
y una ilusión en el aire.
Cuando Dios Padre, a su imagen,
dejó a Adán en el terreno,
su linda costilla Eva
se dijo: - Ya será menos.
Maldíta mentira,
dí ya la verdad.
Que este grito oscuro que me muerde adentro
no puede callar.
Mil novecientos cincuenta.
Colombinas en la ría.
Paco Isidro y el Toronjo
con el fandango a porfía.
Aquella Huelva tan clara.
Azul sobre el Balneario
y las sardinas de alba.
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